Lo difícil no es entender que los demás tienen una vida, lo difícil es hacerlo y que los demás no lo entiendan.
¿Porque tengo que estar tan sensible? Me lo pregunto una y otra vez, lamentablemente no tengo respuesta. Las sesiones con aquella persona dedicada a la psicología cada vez son más esporádicas, aún así sigo sintiendo que la rabia me consume y la tristeza…simplemente se ha vuelto una aliada.
Deseo quitar de la gente la palabra “inútil” o al menos quitársela de la boca a las personas en el instante en que me ven pasar.
¡No basta con llorar!
Las lágrimas son absurdas, o eso es lo que la mayoría de las personas que esta a mí alrededor piensa, yo me detengo simplemente a escuchar lo que los demás dice…tal vez tenga suerte y me hagan sentir mejor.
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